Ayuda a conciliar el sueño, reduce el estrés y calma el llanto. El chupete es el compañero fiel de nuestro bebé, pero ¿es realmente malo para sus dientes? ¿Cuándo debemos quitarlo?
Los pediatras aconsejan su uso para favorecer el desarrollo de la musculatura de la boca y evitar el síndrome de la muerte súbita del lactante. El bebé nace con el instinto de succionar. Su boca es su fuente de alimentación y una de las principales vías de contacto con su mamá, con lo que la succión sacia su hambre y su necesidad de contacto físico.
A pesar de estos beneficios, llega una edad en la que es conveniente que el pequeño se despida de él para siempre. A partir de los 20-36 meses, el progresivo desarrollo de la dentadura coincide con la salida de los molares, y en este momento, la función del chupete deja de ser útil e incluso genera problemas. Además, puede provocar que los niños se acostumbren a respirar por la boca o que tengan problemas en el desarrollo del lenguaje.
Los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes, principalmente mordida cruzada, son pasajeros y reversibles si su uso no se extiende más allá de los tres años. A pesar de ello, los pediatras aconsejan abandonar su uso alrededor de los seis meses , de esa manera no se corre el riesgo de que se produzcan malformaciones dentales o en el paladar.
Consejos prácticos para retirar el chupete
La interrupción debe ser paulatina y sin castigos. Se recomienda restringir su uso a ciertos lugares específicos como puede ser en casa o en los trayectos en coche. Durante este proceso, es importante tener paciencia y recordar que cada niño tiene sus propios ritmos y tiempos. También se recomienda limitar su uso a las horas de sueño y mantenerlo lejos de su alcance hasta que se vaya a dormir. Impregnar la tetina del chupete con vinagre, pimienta o limón, facilita que los pequeños lo rechacen de forma natural. Otro trucos, es cortar la tetina o pincharla para que la sensación de chuparla no sea placentera también disuade a muchos pequeños pero hay que tener ciertas precauciones ya que pueden desprenderse trocitos de goma.
La imaginación es un recurso muy poderoso cuando hablamos de niños y esto nos puede ayudar con la retirada del chupete. Inventar una historia o cuento personalizado en el que algún personaje de ficción se lleve el chupete del niño, nos ayudará a cortar su uso de manera drástica.