Tag Archives: estimulación temprana

Bebé gateando

¿Cómo estimular la capacidad motora de los bebés?

Los cambios más importantes con respecto al desarrollo motor ocurren en los primeros años de vida y es en este periodo en el cual se adquieren destrezas básicas y necesarias para la supervivencia y el desarrollo de habilidades superiores. Cada bebé tiene sus propios tiempos pero siempre podemos estimularlos a través de sencillos ejercicios.

En una primera etapa, tu hijo tratará de mantener la cabeza erguida. Ésta es la primera etapa de su desarrollo motor. Enseñándole objetos de colores llamativos o sonajeros estimularemos el movimiento de la cabeza. whois domain owner . Luego llegará la etapa de rodar en la que podremos ayudarlo colocándolo tumbado de espaldas sobre una superficie bien firme y haciéndolo girar.

Cuando el bebé adquiera cierto dominio con su tronco, llegará el momento de sentarse y adoptar una postura incorporada. En esta etapa, podremos sentarlo sujetándolo por las caderas y estimular un movimiento hacia adelante y hacia atrás con la perspectiva de que alcance un juguete llamativo.

Cuando el bebé consiga un poco más de coordinación, llegará el momento de gatear. Para empezar el gateo, el bebé necesitará fortalecer sus brazos, abdomen y piernas. En sus primeros intentos, le costará levantar la barriga del suelo. Antes de que lo consiga por sí mismo, se le puede acostumbrar a esta posición con un poco de ayuda.

A partir del primer año, podemos observar como el bebé agarra los objetos con mayor facilidad y tiene un mayor dominio de la presión tipo pinza. Es el llamado desarrollo motor fino y que se produce de forma paralela al desarrollo del motor grueso.

¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a mejorar sus habilidades motoras finas?

Es de vital importancia que tu bebé desarrolle sus habilidades motoras finas y para ello se puede recurrir a una serie de ejercicios simples que fomentarán sus habilidades tanto físicas como mentales. A continuación, presentamos alguna de las actividades que se pueden hacer con los pequeños:

Llenar y vaciar

Reservar áreas de juego para que nuestros pequeños puedan jugar a vaciar bloques de madera de una caja, lo mantendrá distraído y al mismo tiempo estaremos ayudando a que logre sus primeras proezas motoras: vaciar recipientes.

Vestirse y desvestirse

Quitarse los zapatos es algo que deleita a los niños. Aunque parezca que lo hacen para tratar de agotarnos la paciencia, poner y quitarse cosas es un buen ejercicio para practicar la coordinación de sus dedos y sus manos.

Dibujar y garabatear

Entre los 12 y 18 meses, tu pequeño probablemente intentará “escribir” haciendo marcas en papel. Dibujar con una cera requiere habilidades motoras finas como agarrar un objeto y además estimula el sentido visual y su imaginación.

Picar y pellizcar

A los niños pequeños les gusta, más que nada, explorar las cosas a través de sus cinco sentidos. Les encanta tocar, oler, gustar y tocar. Si le das a tu hijo materiales de tacto agradable y divertido para mantener sus manitas ocupadas, se divertirá mucho desarrollando su fuerza y agilidad. kuwait

El desarrollo de esta secuencia es muy importante para el niño. La estimulación será la base que permitirá el desarrollo de otras habilidades posteriores, tanto intelectuales como afectivas. lebanon

Bebé aprendiendo a nadar

La estimulación temprana en el agua para aprender a andar

La natación para bebés o matronatación se ha convertido en la actividad estrella de estimulación temprana y cada vez más padres asisten a clases dirigidas con sus bebés. En la matronatación, la madre o el padre entran en el agua con el bebé en brazos y allí, orientados por un especialista, realizan diversos juegos y movimientos. Hay que recordar, que durante los tres primeros años de vida, se produce el desarrollo neuronal más importante y que es clave para el desarrollo de la personalidad, la autoestima, la autonomía y las habilidades sociales. Por eso es muy importante, buscar actividades que fomenten el aprendizaje del niño.

La mejor etapa para introducir a nuestro hijo en el agua es cuando empieza a andar y nunca antes de los seis meses porque es a partir de aquí cuando el sistema inmunológico del bebé se encuentra más desarrollado. El bebé que empieza a caminar, encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, con libertad y continuidad de movimientos. Esto ayudará a ganar estabilidad, por lo que aprenderá a caminar antes.

Por instinto, nacemos con un reflejo nato que se llama “corte glótico” y que su función es que no pueda entrar nada a las vías respiratorias. Este reflejo se va perdiendo rápidamente a partir de los 9 meses de edad si no se estimula. Por esa razón, los bebés menores de un año se adaptan al agua más rápidamente que los niños mayores. Por esta razón, no hay que tener miedo a llevar a nuestro hijo a la piscina porque él no lo tendrá, el miedo al agua se adquiere según va creciendo.

Otro de los beneficios de esta actividad para nuestro hijo, además de la mejora de la motricidad, es el fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio. Debido al trabajo que se realiza en el agua, se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre. Además, psicológicamente, lo inicia en la socialización sin traumas. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudará a relacionarse mejor, a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño también ganará autonomía y confianza en sí mismo y aumentará su capacidad de relajación, por lo que dormirá más y mejor (punto a nuestro favor).

Una de las cosas que debemos tener en cuenta, es el horario. La elección la hará el propio bebé ya que deberá ser una hora en la que no tendrá que dormir ni comer. Esto es importante para que las sesiones no perturben su ritmo diario. Además, debemos consultar con el pediatra para que nos conceda su “permiso”.

Por último, en cuanto a la piscina, tiene que cumplir una serie de requisitos de los que nos debemos asegurar. La temperatura del agua deberá estar a unos 32º C y el nivel de cloración del agua deberá estar entre el 0,5 y el 0,6% (frente al 1% en las de adulto). También deberá ser climatizada tanto en el vaso de agua como en los vestuarios, y por supuesto, deberá cumplir con los requisitos higiénicos-sanitarios establecidos.